Crujientes de carajillo con foie mi-cuit y mango

Os presento uno de mis platos para esta Noche buena. Os preguntaréis como lo tengo ya, fotografiado y todo, pues muy sencillo, queridos míos, siempre se hace una pruebecita antes de presentar un plato ante alguien que no sean mis conejillos de indias por excelencia, mis Padres. Así que, un sábado lo hice y boom, he ahí un plato diferente para sorprender a los tuyos. 

Ingredientes (16 unid):

1 Mango

250  g Foie mi-cuit

Para los crujientes de carajillo:

20 ml. coñac

110 g azúcar

1 limón (piel)

1/4 palo de canela

50 g mantequilla

50 g harina

1 café expreso

Preparación:

Para comenzar, realizaremos los crujientes, de manera que en un cazo colocamos el coñac con la piel del limón y la canela, prendemos con un soplete y dejamos hasta que se evapore el alcohol, entonces, colamos y reservamos el líquido restante, añadimos una carga de café expreso hasta completar los 63 ml. 

En un bol que podamos meter al frigorífico, mezclamos primero, la mantequilla y el azúcar, cuando se hayan incorporado, añadimos la harina y por último, el carajillo. Dejamos reposar la masa unas dos horas en el frigorífico. 

Transcurrido este tiempo sacamos del frigorífico y vamos colocando porciones de masa en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado, con una espátula extendemos la masa, hasta que quede muy fina. Metemos al horno durante 15 minutos a 150º arriba y abajo y una vez que hayan cogido color las sacamos, vamos cogiendo una por una y dándoles la forma de la foto o cualquier otra, esta operación la debéis hacer rápidamente pues se endurecen enseguida, se veis que a alguna no podéis darle forma volver a meterla al horno unos segundos, volverá a reblandecerse y podréis trabajarla. 

Finalmente, una vez que tengamos las galletas montadas y enfriadas, la rellenamos con el mango y el foie, para esta operación hay múltiples manera de presentación yo en este caso hice una lámina de mango una de foie, pero para esta nochebuena haré bolitas de foie y con un cuadrado de mango. 

Ya veis, es cuestión de gustos y de la creatividad de cada uno, a elección del consumidor.