Hoy otra receta navideña, ¿qué raro verdad? Es que en estas fechas es lo típico. Aunque después del resultado yo me estoy planteando hacerlas más a menudo sin que lleguen estas fechas.
Ingredientes:
2 kg de masa para pan, la podemos hacer nosotros o comprarla en nuestra panadería habitual.
1,5 l de aceite de girasol
Ralladura de dos limón
2 kg de azúcar
18 huevos
2 kg de nueces
2 kg de almendras
1 sobre de royal
8 sobres de gaseosas
2 kg de harina, la masa suele admitir un poco menos.
Preparativos previos al amasado:
-La mañana antes de hacer la masa de las toñas, ponemos la masa del pan en el frigorífico junto con el aceite.
.Trituramos, hasta conseguir una mezcla parecida a la harina, uno de los kilos de almendra y otros de los kilos de nueces. Los otros dos kilos los trituramos en trozos pequeños pero sin que queden muy finos, deben notarse al morder la toña una vez horneada. Mezclamos todos y reservamos.
-Rallamos el limón.
Amasado:
Esta masa se hace la noche antes de hornear las toñas, son las conocidas toñas dormidas, o así se conocen en mi pueblo.
Así pues esa noche sacamos del frigoríficos la masa del pan con el aceite dos o tres horas antes del amasado, la vertemos en un barreños, bien limpio, y transcurridas las tres horas mas o menos comenzamos a disolver la masa en el aceite, importante no batirlo sino ir introduciendo poco a poco el aceite en la masa. Una vez la masa se haya disuelto añadimos la ralladura de limón y los huevos poco a poco, cuando lo hayamos introducido todos añadimos el azúcar, introducimos cuando se haya introducido, ponemos las nueces y las almendras, tanto las trituradas como las partidas en trocitos pequeños. Introducimos, y añadimos el royal y las gaseosas, una vez todo se haya introducido vamos añadiendo poco a poco la harina pero con cuidado porque no admite los dos kilos completos sino aproximadamente 1,5 kg.
Una vez integrada toda la harina, las espolvoreamos un poco con harina por encima, las tapamos con papel film, dos o tres mantas y las dejamos reposar en un lugar caliente. Al día siguiente, como querais por la mañana o por la tarde, forramos las llandas con papel sulfurizado y vamos mojándonos las manos en un plato con aceite y haciendo bolitas y dandoles forma. Pintamos con huevo y espolvoreamos con azúcar.
Y directas al horno. En mi pueblo, estos dulces se suelen llevar al panadero del barrio para que se cuezan o al menos ese es mi caso, pero yo creo que con el horno de nuestras casas a 180º también se cuecen. No obstante, intentaré pronto hacer la prueba de hacerlas en casa y ya os contaré el resultado.
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